lunes, 24 de marzo de 2008

La gran ''siete'', ¡Qué triunfo!

El equipo que dirige Velarde no tuvo piedad de los mendocinos, y comenzó ganando con un gol a los ocho segundos. "Marquitos", el 10 del "santo" fue otra vez la gran figura, y ya piensan en el duro partido que les espera en Perico. Todo, absolutamente todo lo que no hizo en el torneo, Juventud Antoniana lo concretó en una sola tarde. El "santo" cumplió con una performance soñada, con siete goles a favor y sin recibir nada en contra. Hizo el gol más rápido del campeonato (y seguramente el de la historia del Argentino A), cumplió con una producción sólida en defensa, fue contundente, no se relajó cuando en pocos minutos ya sabía que era sumamente superior a Luján de Cuyo; tampoco sobró al rival por tantos goles, cuya diversidad fue para todos los gustos, por arriba, por abajo, de "grandes" jugadas siempre pergeñadas por un fenomenal Marcos Navarro; y desató una merecida alegría en aquellos hinchas que habían sufrido el domingo anterior ante el líder de la zona. Un rotundo 7 a 0 que también tiene otras verdades, como que los mendocinos son uno de los peores equipos de la zona, que sus jugadores no están al día con sus sueldos y que pidieron cobrar algo para venir a Salta. Que en la semana no entrenaron todos los días por un paro interno, que llegaron apurados, sobre la hora desde Jujuy donde estaban alojados. Es probable que todo aquello haya influido, porque Juventud Antoniana jugó bien, y se floreó por momentos, pero Luján de Cuyo definitivamente jugó muy mal, con gruesos errores defensivos y sin recursos para llegar hasta el arco antoniano. La gran diferencia también estuvo en la "joya" que tiene Juventud. Marcos Navarro, el "10" del "santo", realmente fue eso, un "diez". Desplegó un juego de alto vuelo, fue mentalmente veloz para dejar tendales de rivales en el camino o habilitar a algún compañero. El pibe está para otra cosa ... Pero vamos desde el comienzo. Desde allí fue la tortura que Juventud le infligió a los mendocinos, casi desde el vestuario. Ocho segundos pasaron del inicio del encuentro para que el rechazo del defensor Pedernera terminara en el primer tanto del "santo". La pelota dio en la frente del "Chano" Fernández y superó velozmente al arquero Andrés Lavorante. Algunos ni siquiera se habían acomodado. Juventud no se quedó con ese tempranero gol. Comenzó a trasladar el balón a campo enemigo, con Navarro a la cabeza, y las proyecciones de Víctor Vargas y hasta de César González. A los 13', el enganche de Juventud tomó el balón en su campo, escapó entre dos rivales, hizo una pared con Fernández, entró al área y le dio con tres dedos: Golazo!, el segundo de la tarde. Y sobre el final de la primera etapa Lamberti ganó en un tiro de esquina y la metió esquinado. El cuarto tanto llegó al minuto del complemento, donde otra vez Navarro puso en ridículo al arquero visitante eludiéndolo y convirtiendo. El quinto también fue de Lamberti, de cabeza, tras un tiro libre. El sexto del pibe Domínguez, quien remató esquinado desde fuera del área y todo gracias a la simpleza del "10" en la jugada previa. Para el séptimo, Juan Cárdenas ganó en otro tiro de esquina y la colocó con la cabeza. A esa altura el rival casi no tenía ganas de seguir en la cancha, y ya había marrado un penal a través de Bruno Juárez. El "santo" aprovechó la ocasión pero debe saber que en Perico, su próxima parada, no será lo mismo. Hasta tanto, que festejen este triunfo de la gran "siete".
Horacio Fernández va en busca del festejo por su gol, el primero de la tarde y el más rápido del torneo. El arquero de Luján, Andrés Lavorante, no lo puede creer.
SEBASTIAN A. TAPIA

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